📍 Pekín, 2 sep.- China sacó músculo este lunes durante un imponente desfile militar en el que exhibió su arsenal de última generación y lanzó un mensaje directo a la comunidad internacional: su desarrollo y expansión son “imparables”.
El evento, celebrado en la capital china, contó con la participación de miles de soldados, aviones de combate, vehículos blindados y misiles de largo alcance, lo que dejó en claro la capacidad militar que el gobierno de Xi Jinping ha venido fortaleciendo en los últimos años.
En su discurso, el presidente Xi aseguró que China “seguirá defendiendo su soberanía, seguridad y desarrollo nacional” y advirtió que ninguna potencia extranjera podrá frenar su crecimiento. “Nuestro avance es imparable”, afirmó, en lo que muchos expertos interpretan como un mensaje velado a Estados Unidos y a las potencias occidentales.
Un mensaje geopolítico
Analistas internacionales señalaron que el desfile no solo tuvo un carácter conmemorativo, sino también estratégico. La demostración ocurre en un contexto de tensiones en el Mar de China Meridional, el estrecho de Taiwán y la guerra comercial con Washington.
“China quiere mostrar que está lista para defender sus intereses, tanto en su territorio como en su esfera de influencia regional”, explicó Zhang Wei, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos de Pekín.
El poderío militar en cifras
Entre las armas exhibidas destacaron drones de última generación, sistemas de misiles hipersónicos y cazas furtivos J-20, considerados la joya tecnológica de la Fuerza Aérea del gigante asiático. Estos equipos simbolizan la modernización de su Ejército Popular de Liberación, que busca colocarse al nivel de Estados Unidos y Rusia en capacidad militar.
Además del poderío terrestre y aéreo, China mostró su creciente capacidad naval, con maquetas de portaaviones y destructores que reflejan sus ambiciones de expansión marítima.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional reaccionó con cautela al desfile. Mientras que aliados de Pekín, como Rusia e Irán, felicitaron la demostración de fuerza, otros países expresaron preocupación por el tono desafiante del discurso de Xi.
Estados Unidos advirtió que continuará “vigilando de cerca” las acciones de Pekín, mientras que la Unión Europea instó a China a resolver sus disputas “a través del diálogo y la diplomacia”.
Con este evento, China no solo conmemoró su poderío militar, sino que también envió un mensaje claro: su ambición global y su capacidad estratégica seguirán marcando el rumbo de la geopolítica mundial.