El huracán Erin, el primero de la temporada del Atlántico 2025, se fortaleció mientras avanzaba por el océano, generando alertas de inundaciones en Carolina del Norte y vigilancia a lo largo de la costa este de Estados Unidos, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS). Las autoridades advierten sobre marejadas peligrosas, fuertes vientos y posibles daños en la infraestructura costera.
Erin mantiene categoría 2 mientras avanza por el Atlántico
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC), Erin se encuentra a unas 400 millas (645 km) al este de Cabo Hatteras, Carolina del Norte, con vientos máximos sostenidos de 100 millas por hora (155 km/h) y un desplazamiento hacia el noroeste de 13 millas por hora (20 km/h). Aunque el huracán se debilitó de categoría 3 a 2 el martes, sigue siendo una amenaza significativa para las comunidades costeras.
El NHC precisó que Erin es el primer huracán activo de la temporada del Atlántico 2025 y que su trayectoria se mantiene fuera de la costa inmediata, pero su influencia puede provocar marejadas ciclónicas e inundaciones a lo largo de varias zonas de la costa este.
Alerta de inundaciones y marejadas ciclónicas
El huracán ha generado alertas en Carolina del Norte, donde el gobernador Josh Stein declaró emergencia por posibles inundaciones y daños en carreteras. Según las autoridades, los Outer Banks podrían sufrir erosión significativa de playas y rutas intransitables debido a la combinación de marejadas ciclónicas y olas grandes.
“Aunque se espera que Erin permanezca fuera de las costas, los residentes deben permanecer vigilantes ante las inundaciones costeras y corrientes que amenazan la vida”, advirtió el gobernador Stein durante una conferencia de prensa.
El NHC también indicó que se esperan condiciones de tormenta tropical para Virginia y partes del Atlántico Medio y Nueva Inglaterra desde el jueves hasta la madrugada del viernes, con ráfagas de viento que podrían afectar viviendas, vehículos y la infraestructura costera.
Impacto histórico y antecedentes
Erin se formó la semana pasada cerca de Cabo Verde, África, dejando siete muertos antes de convertirse en huracán el viernes. Es el quinto ciclón de la temporada, después de Andrea, Barry, Dexter y Chantal, el primero en tocar tierra en EE.UU., donde provocó dos muertes en Carolina del Norte.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) mantiene su pronóstico de temporada «superior a lo normal», estimando entre 13 y 18 tormentas tropicales, de las cuales entre cinco y nueve podrían evolucionar a huracanes. Este panorama indica un riesgo elevado para las costas del Atlántico y la necesidad de preparación por parte de la población y autoridades.
Recomendaciones y preparación
Expertos recomiendan que los residentes de zonas costeras refuercen sus medidas de prevención, como asegurar ventanas, mantener suministros de emergencia, evitar conducir por zonas inundadas y mantenerse informados mediante medios oficiales. Además, se aconseja a quienes se encuentren cerca de la costa no subestimar la fuerza del huracán y las corrientes peligrosas que genera.
El huracán Erin es un recordatorio temprano de la fuerza y el impacto que los fenómenos naturales pueden tener sobre la población, la infraestructura y el medio ambiente, y subraya la importancia de seguir protocolos de seguridad ante emergencias meteorológicas.