Faltaban apenas unos minutos para las 22:00 horas cuando la Arena Ciudad de México se transformó en un universo alternativo. Entre luces, pantallas gigantes y una vibra galáctica, los fans esperaban ansiosos el arranque de The Lifetimes Tour, la quinta gira mundial de Katy Perry. Y cuando las luces se apagaron, la magia comenzó.
Con un espectáculo que combinó ciencia ficción, tecnología de punta y una narrativa digna de videojuego, Perry no solo ofreció un concierto, sino una experiencia inmersiva que deslumbró a los miles de asistentes. Desde su primer contacto con el público, exclamando un efusivo “¡México!” mientras flotaba sobre el escenario en una estructura metálica, quedó claro que esto no sería un show cualquiera.
💫 Un viaje entre eras, mundos y emociones
La cantante californiana recorrió su icónica discografía entre cambios de vestuario, coreografías cargadas de energía y momentos de alto impacto visual. Con la ayuda de arneses, literalmente “voló” sobre el público, ejecutando piruetas aéreas y hasta enfrentando un monstruo gigante, como si de una heroína intergaláctica se tratara.
El escenario se convirtió en un universo propio: en un momento parecía una nave espacial, en otro, un jardín onírico. La narrativa visual —potenciada por pantallas sincronizadas y una versión de Perry generada por inteligencia artificial— llevó al público por distintos niveles de una historia donde la cantante debía completar una misión con ayuda de un simpático robot.
📱 Conexión real con su público
Uno de los momentos más entrañables de la noche ocurrió cuando el público coreó: “Katy, hermana, ya eres mexicana”, provocando la confusión —y luego la risa— de la cantante, quien al entender el mensaje respondió divertida: “¡Yo soy la tía, la tía de ustedes!”. Esa cercanía con el público fue constante: desde hablar en español hasta agradecer con un “muchas gracias” en repetidas ocasiones.
Otra sorpresa de la noche fue la dinámica interactiva en la que, a través de un código QR, los fans pudieron votar por una canción. La ganadora fue “The One That Got Away”, interpretada de forma íntima y conmovedora, acompañada solo por un teclado.
🌺 De galaxias a jardines: un show que lo tuvo todo
Del ambiente futurista al floral, Perry cambió de escenario como quien pasa de nivel en un juego. Entre movimientos sensuales, pasos perfectamente coreografiados y un cariño palpable hacia su audiencia mexicana, la estrella dejó claro por qué sigue siendo una de las artistas pop más queridas del mundo.
“Me hubiera gustado que me llamaran Margarita o Paloma”, confesó la artista en tono juguetón, dejando claro que su vínculo con México es más fuerte que nunca.
Con este arranque espectacular, The Lifetimes Tour promete ser una de las giras más recordadas del año. Y qué mejor que comenzar esta aventura en un país que siempre la recibe con los brazos abiertos.
